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Analizando el balance de una empresa – El activo (II)

 

Hace unas semanas publicamos que al analizar una empresa revisábamos elementos cuantitativos (estados financieros, ratios,..) con cualitativos (gerencia, accionariado, sector,…) y que nuestra conclusión es el resultado de la combinación de ambos.

Hoy, dentro de la parte cuantitativa, vamos a seguir explicando : EL BALANCE y en concreto seguimos con el ACTIVO.

Como mencionábamos en el post anterior el activo de un balance lo podemos clasificar en dos grandes apartados: El activo fijo y el activo circulante. Hoy nos vamos a centrar en el activo fijo.Imagen1

Dentro del mismo podemos diferenciar a su vez diversos tipos de activos fijos: materiales, inmateriales y financieros.

El material está compuesto básicamente por terreno, edificios y maquinaria. Se contabilizan por su precio de adquisición y el desgaste de los mismos (salvo terreno) se imputa o carga periódicamente cada año a resultados como coste vía la amortización.

El activo fijo es la realidad más tangible y concreta de muchas empresas, es donde habitualmente desarrolla su actividad y fabrica su producto.

¿Qué debemos plantearnos cuando analizamos el activo fijo de una empresa?:

  1. Funcionalidad de los activos: ¿son activos necesarios para la actividad que desempeña? Hay ocasiones en que dentro de este apartado hay activos no afectos a la actividad de la empresa y que, como luego veremos, pueden suponer un sobrecoste para la misma.
  2. Contrastar el valor del bien: existe un valor contable (precio de compra menos amortización) pero hay que valorar otras cosas como el valor de mercado (en épocas de recesión las cosas valen bastante menos de lo que se pagó por ellas), coste de reposición (cuánto costaría hacerlo nuevo) o capitalización.
  3. Sistema de amortización: generalmente las empresas hacen coincidir sus porcentajes de amortización por criterios fiscales (amortización es gasto deducible) pero en ocasiones hay amortizaciones aceleradas que reflejan mejor el desgaste real de los bienes productivos. Normalmente publican por parte de Hacienda las tablas habituales de amortización que han de aplicarse que son las lineales: un porcentaje similar cada año según el tipo de bien. Sin embargo, hay otras alternativas como la acelerada (un porcentaje de mayor a menor) o incluso algunas empresas amortizan en función de las unidades producidas imputando un coste por cada unidad.
  4. Nivel o porcentaje de amortización: Nos permite conocer la teórica vida útil de los equipos. Salvo en los terrenos que no se amortizan, comparar el importe bruto de amortización con el valor bruto del bien nos da un índice o porcentaje que indica si la empresa está reponiendo adecuadamente sus equipos o maquinaria. Ej: Valor del bien 1.000.000 € con amortización acumulada: 400.000 €; aparentemente la empresa está reponiendo (invirtiendo adecuadamente). Valor del bien 1.000.000 € con amortización acumulada 800.000 €, puede indicar que la empresa no esté reponiendo al ritmo que amortiza y podría requerir fuertes inversiones en el futuro.
  5. Capitalizaciones: En ocasiones las empresas incorporan a sus activos fijos un mayor valor generado por trabajos realizados por la empresa. Este incremento suele venir detallado en un apartado de la cuenta de resultados que se denomina Trabajos Realizados para el Inmovilizado. (Está contemplado en el Plan general de Contabilidad pero hay que analizarlo con cuidado, sobretodo al analizar el cash-flow de la empresa, por si es sustancial en la cuenta de resultados).

Mención especial requieren los activos en arrendamiento financiero o leasing. Son activos, no propiedad de la empresa, pero que ésta utiliza por un plazo determinado y que generalmente pasan a ser propiedad de la misma cuando acaba el arrendamiento. Suelen generarse por dos motivos: fiscalidad más atractiva, pues los costes son mayores que la amortización lineal o bien porque son activos que se financian con mayor grado de seguridad pues las entidades financieras tienen derecho preferente sobre ellos. Generalmente en el activo fijo se desglosa el principal de la operación y el coste financiero de dicho arrendamiento.

Otros activos clasificados como fijos son los activos inmateriales (intangibles) y las inversiones financieras a largo plazo.

Los activos intangibles son partidas tales como Fondo de comercio (diferencia entre el precio de compra y el valor material de una adquisición), propiedades industriales (patente o marca), desarrollos informáticos para uso propios o para una posterior venta, gastos de investigación y desarrollo,… como en los casos anteriores están sujetos a amortización.

Las inversiones financieras o activos financieros en el balance reflejan interés económico de la empresa en un tercero. Pueden ser a nivel de accionistas (participa en el capital de otra/s empresa) o pueden ser simplemente préstamos generalmente a filiales. Lo más importante es valorar cuantitativamente lo que supone en importe con respecto al balance que analizamos y si la empresa obtienen rentabilidad por ello. Cuando sea relevante hay que preguntarse y preguntar por dichas inversiones, pues pueden ser filiales saneadas pero hay que descartar que sean filiales problemáticas que ocultan problemas mayores.

Finalmente vale la pena comentar una partida que ha cogido relevancia en los últimos años: activo por impuesto diferido. Son créditos fiscales, la capacidad que tiene la empresa de generar beneficios en los próximos años para poder compensar y aminorar el coste fiscal con cargo a las pérdidas que tuvo en el pasado. Su valor depende de lo que la empresa pueda generar de beneficios en los siguientes años.

En próximos post hablaremos sobre el activo circulante.

 

 

Equipo StockCrowd IN.

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