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La psicología del inversor

¿Cómo tomas las decisiones de inversión que realizas?, ¿Qué tienes en cuenta? La forma en la que decidimos invertir no se puede explicar de una forma sencilla, porque entran en juego muchos aspectos diferentes. En este artículo analizamos cómo piensa un inversor y de qué manera toma las decisiones sobre en qué invertir.


Cómo piensa un inversor y de qué forma decide invertir

Por lo general, solemos pensar que la toma de decisiones de inversión sigue una serie de pasos que pueden ser los siguientes:

  • El inversor tiene un objetivo concreto que quiere alcanzar con la inversión (una determinada rentabilidad, por ejemplo).
  • Analiza toda la información que tiene a su alcance.
  • Comprende todos los riesgos y beneficios que tiene la inversión que desea realizar.
  • Decide realizarla o no.

Esos son los pasos que se seguirían según la teoría económica tradicional, pero, a lo largo de los años, los investigadores han visto que existen muchos otros factores que influyen en la forma en que funciona el cerebro y que suponen que tomemos decisiones sin saber exactamente lo que queremos, utilizando información errónea o sin entender los riesgos que asumimos.

En base a todo lo anterior, se elaboró la teoría de la economía conductual que analiza todos esos elementos sutiles y no tan sutiles que influyen en la forma de tomar decisiones de inversión.

La buena noticia es que la mayor parte de esos elementos se pueden predecir de forma que se pueden comprender mejor cómo se hacen las inversiones.

 

Desviaciones que afectan a la toma de decisiones de los inversores

La psicología conductual nos demuestra que la toma de decisiones a la hora de invertir es un proceso que suele ser intuitivo y automático, lo que supone que existan una serie de desviaciones o errores que pueden ser los siguientes:

  • Sobrestimar los conocimientos. Puede que el inversor considere que conoce a fondo la inversión que va a realizar y los riesgos que supone, pero se equivoque.
  • Creer en la posibilidad de controlar. El inversor puede pensar que tiene el control sobre todos los aspectos de la inversión y que puede influir sobre las fluctuaciones del mercado. La realidad puede ser que no tiene control.
  • Confirmar las ideas. Otro de los errores más habituales, es que el inversor busque argumentos e informaciones que corroboren lo que piensa, sin buscar informaciones alternativas que puedan dar una visión más objetiva.
  • Confiar en la información inicial. Puede ocurrir que el inversor obtenga una información inicial sobre la inversión y que confíe más en esos datos que en otros que obtenga posteriormente.
  • No cuestionar las opiniones de determinadas personas. Puede que el inversor no cuestione la opinión de determinadas personas y confíe en su criterio, sin contrastar la opinión y buscar otras referencias.
  • Tomar en consideración un solo dato. El inversor puede considerar que una inversión es buena por el simple hecho de que la ofrece una empresa determinada. Toma en consideración un solo dato y no analiza el contexto.
  • Copiar la forma de actuar de otras personas. En este caso el inversor ve cómo actúan otras personas y hace lo mismo.
  • Elegir recompensas a corto plazo. Muchas veces el inversor elige ganar menos en un plazo de tiempo reducido, en lugar de esperar y ganar más.
  • No ser realista. El inversor se centra más en subestimar lo negativo y no ver la realidad.
  • Mantener una inversión que da pérdidas. El inversor teme perder lo que ya ha invertido y mantiene la inversión.

 

Fases de la toma de decisiones

El proceso de toma de decisiones se ve, por lo tanto, influido por las emociones y por los sesgos que hemos visto y puede tener tres fases que son las siguientes:

  • Búsqueda de datos. El inversor procede a analizar una inversión, y busca información tanto del producto como de la entidad que lo comercializa.
  • Selección del producto y contratación. El inversor elige en qué quiere invertir.
  • Seguimiento de la evolución. El inversor analiza cómo evoluciona el producto a lo largo del tiempo.

En definitiva, es fundamental conocer las desviaciones que se pueden producir en cada fase y evitarlas para poder analizar una inversión correctamente y logra los objetivos marcados. Y de este modo, no incurrir en los errores más comunes a la hora de invertir. Valorando y conociendo dichos errores lograremos mitigarlos. Call to action button