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Analizando el balance de una empresa – el activo circulante IV

 

En el artículo anterior hablamos del activo circulante. Hoy continuamos con el análisis del activo circulante.

¿Qué es el activo circulante decíamos? Quedamos en que son las partidas del activo que reflejan la transaccionalidad o ciclo de actividad habitual de la empresa. Lo que fabrica (existencias), lo que vende (clientes) y lo que cobra (efectivo).

También podíamos definirlo como el activo de la empresa (coincide con el ciclo operativo) que se utiliza en la explotación durante un periodo de tiempo (generalmente un año) pudiéndose transformar en efectivo a corto plazo.

Hoy el post lo dedicaremos a los clientes.

Esta partida del activo refleja las deudas que los clientes tienen con la empresa por la compra de sus productos o por su prestación de servicios.

La capacidad de generar efectivo de una empresa depende de la calidad de sus cuentas a cobrar. De nada sirve vender mucho si luego no se puede cobrar.

En general, es más fácil valorar la cuenta de clientes que la de existencias, pues suelen estar documentadas (facturas, letras, recibos, certificaciones…) detallando nombres, importes y plazos, así como la calidad de los deudores. Además pueden existir compañías de seguros o caución que pueden asegurar el buen fin de los cobros.

La cuenta de clientes es el activo más líquido del balance – al margen de la tesorería claro – pues es el activo que está más cerca del fin del ciclo de actividad de la empresa.

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Generalmente es una partida a corto plazo que las empresas suelen financiar con deuda a corto plazo, por eso una primera aproximación para analizar la cuenta de clientes es conocer los plazos de cobro de la cartera. Un método sencillo de calcularlo es poner en relación el saldo de clientes con el nº de días que tarda en cobrar. Como la cuenta de clientes se nutre de las ventas para su cálculo hacemos la siguiente ratio:

Clientes (incluye IVA) / Ventas netas (no incluye IVA) x 365.

Este ratio nos da el plazo de cobro de las facturas. No es una cifra “mágica” pues no hay un ratio “ideal” pero nos permite comparar a la empresa consigo misma respecto a otros años y si es posible con empresas del sector.

Ej: La empresa Crowd tiene un saldo de clientes de 250.000 € siendo sus ventas anuales de 1.200.000€ .Por tanto 250.000 / 1.200.000= 20,83% x 365= 76 días. Este es el plazo medio de cobro, desde que factura hasta que el dinero está en la cuenta del banco.

Puede que el balance de la empresa no refleje todos los clientes a cobrar, pues puede haber efectos descontados en bancos o ventas factorizadas. En ese caso habría que “engrosar” el saldo.

Diferencias sustanciales en los plazos de cobro de un ejercicio a otro hay que valorarlas.

Un incremento en el plazo puede implicar que la empresa facilita mayor plazo de pago a sus clientes (Oferta comercial, presión de la competencia, exigencia cliente,…). También un mayor plazo puede implicar que hay cartera que no se puede cobrar y la empresa no ha dado el paso de calificarla como dudoso o incluso provisionarla como impagado.

Una disminución implica menor plazo de cobro debido a descuento por pronto pago, posición dominante, o incluso que la empresa ha factorizado – vendido – su cartera de clientes.

En cualquier caso, los ratios financieros tienen limitaciones: ventas estacionales distorsionan (imaginar una empresa que fabrica hielo o juguetes) u operaciones de factoring, y algo muy importante: la cuenta de clientes debe reflejar las deudas de los clientes por operaciones habituales no extraordinarias. Cuando las empresas incluyen entre sus deudores a deudas que no son operaciones recurrentes o habituales todo se distorsiona Ej.: Un transportista vende un camión de su flota con pago aplazado.

Otro medio para valorar la calidad y viabilidad de cobro de la cartera de clientes es la provisión que dote una empresa para reconocer sus morosos. La dotación es un gasto en la cuenta de resultados y se abona en la cuenta de provisiones que aminora el saldo de clientes. No implica que sean clientes incobrables pero sí que hay dificultades. A las empresas les cuesta mucho dar el paso de provisionar pues es una disminución directa del beneficio y no siempre es deducible fiscalmente (Hacienda exige unos requisitos para ello).

Una vez analizadas las cuentas de existencias y de clientes tenemos definido el ciclo de conversión de caja de la empresa que se inicia con la compra de la materia prima y termina con el cobro definitivo del producto o servicio prestado.

El ciclo de caja de la empresa Crowd es de aproximadamente 142 días, 66 días de almacenamiento y fabricación y 76 de cobro. Este dato más adelante lo pondremos en relación con determinadas partidas del pasivo y veremos cómo deben encajar.

En próximos posts hablaremos sobre el pasivo.

 

El equipo Stockcrowd IN

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